Metodología
La pedagogía Montessori fue desarrollada por la Doctora María Montessori a
principios del siglo XX. Según ella es necesario que el adulto favorezca el desarrollo
de las aptitudes naturales de los niños por medio de la autodirección, exploración,
descubrimiento, práctica, colaboración, juego, concentración, imaginación y comunicación. De esta forma se aleja de la educación tradicional, fundamentándose en la espontaneidad y elección de materiales por los alumnos en lugar de clases magistrales y criterios rígidos de evaluación de las actividades.
María Montessori considera que, cuando se le respeta y acompaña para satisfacer sus
necesidades físicas y psíquicas el niño sigue sus impulsos vitales que lo vuelven
entusiasta y ávido de descubrimiento. Si se le acompaña con afecto el niño aprende con facilidad. Está dotado de forma natural de una “ mente absorbente ” que le permite aprender con espontaneidad siguiendo “ periodos sensibles ” , es decir, predisposiciones que lo vuelven particularmente receptivo a lo que es bueno para él.
De esa forma el niño es atraído en su entorno por aquello que puede permitirle
avanzar. Si tenemos en cuenta la psicología del niño podemos ayudarle de la mejor
forma a convertirse en sí mismo. Cuando se le ayuda a actuar por sí solo, midiendo esa dosis de ayuda, se favorece el desarrollo de su autonomía, independencia y confianza en su propia persona y en la vida. Todas esas cualidades le permiten estar en paz consigo mismo y por lo tanto con los demás.
María Montessori también sostiene que el niño está hecho para trabajar y que ama
profundamente su tarea, para él, la noción del trabajo no está disociada del placer,
muy por el contrario. Son los adultos quienes tienden a oponer el trabajo al ocio y de
esta manera transmiten ese antagonismo al niño,que disfruta trabajar y lo hace con
pasión. Es una de sus tendencias y puede durar toda la vida si se la preserva en la
infancia
Durante la primera infancia, la mente del niño es esponjosa, lista para absorberlo
todo, de manera inconsciente hasta los 3 años y luego de forma consciente hasta los 6
años. María Montessori denomina “ mente absorbente ” a la capacidad del niño de
autoconstruirse integrando todas sus experiencias, sensaciones, sentimientos y emociones. La motivación del niño es endógena. Proviene de lo que Montessori llama los períodos sensibles”: ventanas de mayor receptividad que se abren en torno a determinados aprendizajes en interacción con el medio. Se trata de una fuerza que emana de él y lo atrae hacia lo que lo ayuda a progresar y le permite aprender. Los periodos sensibles son períodos en los que el niño o niña muestra un interés especial por aprender acerca de determinadas áreas; etapas que podríamos describir como ventanas de aprendizaje, a través de las cuales el pequeño aprende de manera natural, con entusiasmo, alegría, y sin fatigarse.
Maria Montessori, que recurrió a la biología –y en concreto– al análisis del
comportamiento de algunos insectos. Al observar el crecimiento de las orugas,
Montessori observó que éstas presentaban una sensibilidad especial hacia la luz del
sol, lo que les obligaba a alimentarse exclusivamente de brotes verdes. Transcurrido
este período, las orugas perdían esa sensibilidad y comenzaban a alimentarse de
manera diferente. Maria Montessori trasladó sus observaciones al aula e identificó
como principales periodos sensitivos en el niño, el orden, el refinamiento sensorial, el
desarrollo del lenguaje y el movimiento. El ejemplo que mejor ayuda a comprender la
magnitud de los periodos sensitivos es la adquisición del lenguaje.
Los niños manifiestan un gran interés, desde muy pequeñitos, por observar la boca de la persona que les habla, y más adelante, por conocer palabras, repetir el mismo cuento o tararear la misma canción… Transcurridos los dos primeros años de absorción, en los que podríamos decir que casi han permanecido en silencio, son capaces de comunicarse reproduciendo con exactitud tanto los sonidos como la gramática y la sintaxis del idioma que han escuchado. Pero si el niño no ha podido actuar de acuerdo a su período sensitivo, se habrá perdido la ocasión de una conquista natural y en palabras de Maria Montessori, se habrá perdido para siempre.
La lección de tres tiempos es una técnica que se usa para dar vocabulario y ampliar el
lenguaje del niño. Consiste en:
Primer tiempo: Asociación de la percepción sensorial con la denominación La guía coge
un objeto de la cesta, lo manipula y al dárselo al niño o niña pronuncia el nombre del
objeto.
Segundo tiempo: Reconocimiento del objeto correspondiente al nombre. La guía le da el
nombre del objeto y pide al niño o niña que ponga el objeto fuera de la cesta, o que se
lo coloque en la cabeza, o en su rodilla.
Tercer tiempo: Asociación del nombre con el objeto. Adquisición. La guía coge el objeto
y le pregunta al niño o niña cómo se llama.
El área de vida práctica contiene varios objetos familiares expuestos atractivamente
para el niño, incluyendo actividades y objetos de la vida diaria que el niño ha visto
fuera de la escuela. Las posibilidades para la actividad espontánea aumentan. El
material está cuidadosamente diseñado y demostrado para enseñar habilidades que
estimulan la responsabilidad hacia el cuidado de la persona y del ambiente y que
además ofrecen oportunidades de desarrollar coordinación orden, concentración, hábitos de trabajo, auto control, sentido de comunidad, responsabilidad e independencia. Los niños y las niñas deben tener libertad para escoger su tarea, de trabajar a su propio ritmo, de repetir la acción cuantas veces quiera y de actuar independientemente. Existen dos fases dentro de estos ejercicios de vida práctica que dependen de la edad del niño .
Los niños y niñas de 12-24 meses aproximadamente realizan estos ejercicios de vida
práctica por satisfacción propia.
Los niños y niñas más mayores de 24-36 meses trabajan por el bien de la
comunidad (por ayudar al ambiente).
Los ejercicios preliminares son: cargar una jarra, cargar una silla, cómo ponerse el
delantal, cómo caminar por el salón con una jarra, una bandeja o unas tijeras. Estos ejercicios preliminares serán recordados durante todo el curso si fuese necesario. Dichos ejercicios ayudan a que el niño y la niña aprendan los límites que le son necesarios para actuar en libertad. Le ayudan a confiar en la guía al establecer una relación con ella y marcan la pauta a todo el funcionamiento del ambiente.
Durante Vida Práctica y en todas las acciones que se realizan en la Comunidad
Infantil se le da mucha importancia al lenguaje. Con estas presentaciones hemos dado
nombre a las cosas y por ejemplo a la hora del cambio le hemos dado el nombre a cada una de las prendas y a las partes del cuerpo.
En el área del lenguaje hemos visto y seguiremos viendo objetos reales, emparejar
objetos con imágenes – tarjetas de la nomenclatura. Se fomenta el lenguaje social que le permite al niño y niña relacionarse con otros. Se emplearán palabras descriptivas para que el niño y la niña capte las experiencias e identifique los detalles y las diferencias para explorar el mundo de una forma diferente.
Para Montessori el respeto y la promoción de la independencia del niño es clave.
Se considera fundamental que los niños aprendan a respetar tanto a sus compañeros
como el espacio que les rodea, para así poder respetarse a sí mismos. De esta forma,
se pretende inculcar en los alumnos un sentimiento de pertenencia a la comunidad.
Esta filosofía educativa tiene un gran carácter constructivista, ya que las personas
aprenden significativamente por medio del contacto directo, la práctica y el descubrimiento del medio a través de una instrucción indirecta por parte del adulto.
Gracias al aprendizaje por el descubrimiento, la repetición y la perseverancia los niños podrán tomar conciencia de sus propias dificultades y habilidades y consolidar el
aprendizaje de forma significativa.
Otro de los grandes pilares del método Montessori es la adquisición de independencia y autonomía. Con estos términos se hace referencia a la capacidad del niño de
experimentar, elegir y realizar acciones por sí mismo, debiendo quedarse el adulto en
un segundo plano de observador y acompañante. Dando al niño la capacidad de sentirse valioso, capaz e y útil.
Previo a la producción artística es muy interesante poner en contacto a los niños con
obras de arte para educar el ojo y el oído. En contra de los que pueda parecer observar obras de otros serían para la creatividad lo que escuchar la voz humana para poder hablar.
Para un niño, la vida entera es una aventura creativa que en ocasiones parte de simples garabatos que los adultos no entendemos. El método Montessori nos sugiere
que, antes de criticar ese dibujo estrafalario, seamos capaces de dar el «rayo de luz»
que todo niño necesita para después permitirle seguir su camino. Explorar en libertad.
Vamos a trabajar la conciencia corporal de forma general. Esto incluye tanto la propia como la ajena, es decir, pretendemos conocer de la misma forma nuestro esquema corporal y nuestras capacidades de movimiento y la de nuestros compañeros.
Igualmente trabajaremos para perder la vergüenza, mejorar la atención y aprender
a reaccionar y relacionarnos con el espacio.
Fomentaremos la interrelación con los compañeros, la autonomía personal y creatividad, a la vez que trabajaremos la percepción espacio-temporal, el esquema y memoria corporal, mientras valoramos cualitativamente la expresión creativa de nosotros mismos.
La expresión corporal nos debe ayudar a comunicar sentimientos, conocer nuestro
cuerpo, romper las barreras personales preestablecidas, fomentar nuestra sensibilización y percepción e innovar con nuestro cuerpo. A su vez debemos tener en cuenta que debemos ser guías y orientadores en el ambiente, interviniendo en el aprendizaje en vez de interferir en él.
Principios
Ofrecer actividades con propósitos que promuevan la independencia, la libre elección y la repetición de los ejercicios.
La importancia de respetar el ritmo y responder a las necesidades y los intereses de
cada niño.
El sentido de la dignidad personal de los niños y el surgimiento de la autodisciplina.
Permitir que los niños trabajen guiados por su propia satisfacción y aprovechar el
gusto por el orden.
El silencio como resultado de la concentración espontánea y la explosión en el
aprendizaje de la escritura.
Estrategias
Se trabajará con elementos naturales, materiales relacionados con la cultura, objetos reales relacionados con los alimentos… estos materiales se trabajarán en la mesa o
en un tapete, según cada material.
El aprendizaje significativo es el conocimiento previo que tiene el alumno y que debe
estar relacionado con lo que quiere adquirir de forma que funcione como base o punto de apoyo para la adquisición de nuevos conocimientos.
Se requieren un control y ejecución, donde se relacionen los recursos y técnicas educativas para definir las actividades y actuaciones que se organizan con el claro propósito de alcanzar objetivos que se han propuesto.
Contenidos
Conocimiento de sí mismo y autonomía personal
Exploración del propio cuerpo e identificación de sus características.
Ofrecen sensaciones sensoriales.
Ayudan al desarrollo de la motricidad fina y gruesa a través de las actividades.
Exploración y valoración de las posibilidades y limitaciones motoras del propio cuerpo.
Permiten al niño la libre exploración.
Iniciación en la coordinación y control de las habilidades manipulativas de la motricidad fina y gruesa, adaptación del tono muscular y la postura a las características del objeto, la acción y la situación.
Realización de actividades de la vida cotidiana con progresiva autonomía.
Uso progresivo de espacios y materiales, y colaboración en tareas para cubrir sus necesidades básicas.
Adquisición de hábitos relacionados con la higiene personal, la alimentación y el descanso.
Conocimiento del entorno
Interés por participar en la vida familiar y social.
Exploración de objetos y materiales a través de los sentidos y acciones.
Conciencia de algunas nociones temporales básicas, a través de los ritmos que marcan las rutinas.
Relaciones que se pueden establecer entre objetos en función de sus características,
comparación de cualidades sensoriales.
Identificación de las funciones de los objetos cotidianos.
Curiosidad y cuidado de las plantas y animales en su entorno inmediato.
Acercamiento a las primeras nociones sobre las actividades de la vida diaria.
Descubrimiento y conocimiento progresivo de algunas características de la familia y
la escuela como primeros grupos sociales.
Lenguajes: Comunicación y representación
Comprensión paulatina de palabras, frases y mensajes, emitidos en situaciones habituales de comunicación.
Inicio en la exploración y uso de materiales, instrumentos y soportes propios del lenguaje escrito.
Utilización de técnicas plásticas sencillas y manipulación de instrumentos.
El cuidado, la limpieza y el orden de los materiales.
Visualización y uso de diferentes imágenes.
Discriminación de sonidos y ruidos de la vida diaria.
Objetivos
Conocer su propio cuerpo y el de los demás, y sus posibilidades de acción, adquirir
una imagen ajustada de sí mismo y aprender a respetar las diferencias.
Observar y explorar su entorno familiar, natural, social y cultural.
Adquirir una progresiva autonomía en sus actividades habituales.
Desarrollar sus capacidades afectivas.
Adquirir y mantener hábitos básicos relacionados con la higiene, la salud, la alimentación y la seguridad.
Relacionarse con los demás y adquirir progresivamente pautas elementales de convivencia y relación social, así como ejercitarse en la resolución pacífica de conflictos.
Desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión.
Iniciarse en las habilidades lógico-matemáticas, en la lectura, en la escritura y en el
movimiento, el gesto y el ritmo.
Desarrollar la creatividad.
Iniciarse en el conocimiento de las ciencias.
Iniciarse experimentalmente en el conocimiento oral de una lengua extranjera